Parejas Sero-Discordantes
- Fundacion Huesped
- 30 ene 2016
- 4 Min. de lectura
¿Parejas sero- discordantes?
Las parejas sero-discordantes son aquellas en las cuales uno de sus integrantes vive con VIH. Si sos parte de una pareja con esta característica, es bueno que sepas que tenés un espacio para canalizar tus miedos, angustias, dudas y adquirir toda la información que necesites.
Quizás puedas sentir que tu relación está en riesgo, por eso sería útil que recurrieras a la ayuda profesional, para que junto con tu pareja puedan dar respuesta a estas y otras preguntas.
Hablando se entiende la gente
La comunicación es un factor importante en toda relación y, en las parejas serodiscordantes, es la clave que permite liberar tensiones e intentar la comprensión del otro y de uno mismo. El miedo, el temor, el enojo, la tristeza, pueden paralizarte. Sin embargo, forman parte de un proceso mediante el cual la pareja aprende a convivir con el VIH.
El sexo en una pareja sero-discordante es uno de los aspectos que se puede vivir como el más conflictivo, sin embargo, esto no es así. Tal vez los primeros encuentros amorosos después de obtener el diagnóstico estén llenos de miedos y dudas, debido a los temores del miembro VIH negativo a contraer el virus y del miembro que vive con VIH a transmitirlo. El miedo es sin duda un sentimiento humano que muchas veces se oculta para no herir a el/la compañero/a. Muchas veces el miedo paraliza, hasta el punto de disminuir o anular el deseo sexual. Sin embargo, siempre es posible recuperar este deseo, sobre todo cuando se tiene información. El volver a encontrarse sexualmente con el otro no resulta una tarea sencilla. Se deben incorporar nuevas conductas, tener cuidado en las prácticas sexuales y estar siempre bien informados respecto de lo que es seguro o no. Encontrar nuevas y variadas maneras de conectarse, incrementando la propia auto-estima, puede ayudar a afianzar el lazo de unión y encuentro de la pareja. En este momento sería saludable hablar sin prejuicios sobre los deseos, necesidades y fantasías que cada uno de los integrantes de la pareja tiene.
Es necesario el apoyo y la obtención de información médica precisa, que permita generar un entorno confiable.

Incorporando un nuevo aliado y aprendiendo a usarlo juntos Como método de protección contra el VIH y otras infecciones de transmisión sexual, el preservativo es la herramienta más efectiva.
no todas las personas lo utilizan. Incorporarlo desde el comienzo de la relación sexual, no como barrera sino como complemento integrador de la pareja. Quizás requieran tiempo, comunicación y buena predisposición. Para practicar un sexo seguro es necesario utilizar correctamente el preservativo en cada una de las relaciones sexuales (vaginales, anales u orales), desde que comienzan y hasta que finalizan.
Convivir con VIH
Después de recibir el diagnóstico, una pareja sero-discordante deberá enfrentar problemáticas tanto en la esfera íntima como en el marco de sus relaciones sociales. Estas situaciones nuevas precisan un período de adaptación, y es en este período emocionalmente duro y difícil donde se hace necesario reafirmar la confianza mutua. A pesar de los esfuerzos de diversos sectores de la sociedad por integrar a las personas que viven con VIH, subsiste un fuerte estigma social y es posible observar rechazo y discriminación que repercuten directamente en la relación de pareja. Es bueno que ambos integrantes de la pareja sero-discordante puedan acordar a quiénes le contarán, cómo lo explicarán y en qué momento. No existe una fórmula para poder contarlo y tampoco es posible saber de antemano cuál será la reacción de las personas en las que depositaron su confianza. Es importante que sepas que existen espacios específicos de orientación y reflexión para parejas sero-discordantes, en los cuales podrás informarte y compartir experiencias con otros que están en tu misma situación.

Perder la cabeza
Con el tiempo, luego de la etapa de adaptación, es posible que aparezcan señales de debilitamiento de los hábitos de prevención, respaldadas por pensamientos tales como “Si nunca lo contraje, ¿por qué lo voy a contraer ahora? O “por una vez que no lo usemos…”. Es en estos momentos cuando se debe reafirmar la necesidad y sostener la voluntad de usar el preservativo. Ocurre que al adaptarse a la presencia del virus o al no sentirlo, es posible olvidar que el cuidado debe existir siempre, y que con un solo descuido, se está expuesto a que se produzca la transmisión
El sistema de salud como ámbito de referencia
Que nadie quede afuera
No solo el integrante que vive con VIH necesita contención e información, su compañero/a también puede necesitarla. Es sabido que durante el tratamiento se presentan innumerables situaciones que generan incertidumbre en la pareja y modifican los estados de ánimo: altas o bajas de CD4 y carga viral, comienzo o cambios de medicación, entre otras.
En este punto ambos miembros de la pareja tienen un rol fundamental y sería recomendable que compartieran alguna de las consultas con el médico infectó- logo o con el psicoterapeuta.
El control es para los dos Aunque en una pareja sero-discordante es el integrante con VIH quien se efectúa
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